Capítulo 1: De Vacaciones

Era un día de junio, ya nos daban las vacaciones de verano pero esta vez no las pasaría con mi madre, me iría a New York con mi padre, tenía muchas ganas de verle.

La verdad es que no podía pasar mucho tiempo con mi padre, ya que es manager de un grupo de Goth Metal y pasa día y noche con ellos en un autocar metido, poniendo fechas de conciertos, entrevistas, ruedas de prensa etc. Todas esas cosas perjudicaban a que yo y mi padre estuviéramos tanto tiempo separados, algunas veces le veía 2 días o 3 y después dentro 3 o 4 meses no le volvía a ver.

Pero ahora que son vacaciones de verano él me quiere llevar a ver New York ya que nací allí y allí cumplí los dos años con mi familia americana.

A mi madre no le hace mucha gracia que mi padre se gaste tanto dinero en traerme y llevarme con él.

Pero si me quiere ver deberá hacerlo.

Ya estando en casa después de las clases, mi madre y yo empezamos a hacer mis maletas porque me iba los 3 meses de verano y eso es mucho tiempo.

Mi madre me quiere con locura, una de las veces que se retrasó mí vuelo cuando tenía 4 años no paraba de llamarnos a mi padre y a mí preguntándonos todo el rato, ¿Habéis salido ya? ¿Tanto tarda el avión? ¿No puede pasar eso más deprisa? ¿Habéis facturado las maletas? ¿Luz está bien? Se preocupa mucho cuando salgo de viaje aunque venga mi padre a recogerme.

Siempre me envía con una cartera en el bolsillo lleno de dinero americano, para que me compre lo que quiera. Mi padre me lo administra ya llevo ahorrado 2.000$.

Después de hacer las maletas mi madre me acompañó al aeropuerto y allí siempre se ponía pálida.

-¿Mamá estás bien? – pregunté por su cara

-Sí, lo que pasa es que quiero que pases estas vacaciones conmigo pero no, tienes que irte con tu padre – dijo nerviosa

-¿Vamos a ver si ha llegado ya papá? – la pregunté

-Sí, porque si no vais a llegar tarde como la última vez y eso me pone de los nervios, ¿por qué tu padre no me puede avisar cada vez que pasa esto? Además ya es de noche y ya sabes que no me gusta mucho que viajes de noche – Dijo ella

-Lo sé pero tranquila-la dije con una sonrisa

Empezaron a salir todos los pasajeros del vuelo New York / España.

Y allí estaba mi padre con su pelo larguito, rubio y un poco más moreno que la última vez que le vi.

Cuando salió de la pasarela yo corrí hacia él.

 -¡Papá! – Dije impulsándome para que me cogiera en brazos.

-¡Luz! – dijo cogiéndome y dando una vuelta sobre si mismo. - ¿Estás bien cariño? –me preguntó y miró a mi madre, se acercó a ella. – Hola Susan, ¿Lleváis mucho tiempo esperándome?

-Que va, hace 5 minutos que hemos llegado, ¿Qué tal el viaje?

-Bien, sin turbulencias, aunque aquí hace más calor que allí.

-Bueno, pues yo me tengo que ir ya, ¿vale tesoro? – dijo mirándome.

-De acuerdo mamá – dije y mi padre me soltó para que pudiera despedirme de ella.

-Ten mucho cuidado por allí, ¿de acuerdo? En cuanto llegues llamame, da igual la hora que sea, cualquier cosa que quieras contarme o si quieres hablar conmigo ya sabes donde llamar, ¿verdad?

-Sí, te echaré mucho de menos mamá. – Dije y la abracé fuerte.

-Yo también te echaré mucho de menos, pero ahora te toca disfrutar de la playa y de papá, ¿Vale?

-Sí – dije y la di un beso en la mejilla y ella me abrazó y me dio otro beso en mi mejilla.

-Tener mucho cuidado, ¿Vale Rubén? – dijo mi madre

-Sí, tranquila cualquier cosa que pase te avisaré.

-De acuerdo, bueno tener buen viaje y a disfrutar, adiós Rubén, adiós mi princesa.

-Adiós mamá – dije y me despedí con la mano porque ya teníamos que coger el vuelo hacia New York.

Mi padre me cogió las maletas.

Ya en el avión…

-Tengo ganas de ver a la abuela papá. – dije con una sonrisa

-Y ella tiene ganas de verte a ti, te echa mucho de menos hija además tiene unos cuantos regalos que darte.

-¿Por qué cada vez que voy tiene regalos para mí?

-Porque te quiere mucho y porque eres su única nieta por parte mía.

-Tengo ganas de estar ya en tierra – dije riéndome.

-Todavía nos quedan 6 horas de viaje.

-Ya lo sé siempre se me hace muy largo así que dormiré un poco que me he levantado temprano para ir al colegio.

-Duerme mi niña y así descansas un poquito para cuando lleguemos estés más relajada.

Me dormí las 6 horas de viaje.

Cuando llegamos a casa, mi padre me cogió en brazos y le dijo a Mijaíl que cogiera el equipaje y lo subiera a casa.

Mi padre me tumbó en el sofá.

Yo me desperté poco a poco.

-¿Ya estamos en casa papá? – me senté en el sillón.

-Sí amor, ya estamos en casa.

-Hay que llamar a mamá, ¿Qué hora es? – pregunté extrañada.

-Pues si hemos salido de España a las 00:00 de la noche, aquí son las 6:00 de la tarde cariño acuérdate de que son 6 horas de diferencia. –dijo cogiendo el móvil y marcando el número de mi madre.

-Toma ya está marcando.- dijo y me lo dio.

Mi madre lo cogió al primer pitido.

-Hola cariño, ¿Qué tal? –dijo ella con voz alegre

-Bien, ya hemos llegado, el viaje ha sido tranquilo.

-Me alegro, mañana por la mañana te llamo otra vez para ver que tal has dormido, ¿de acuerdo?

-Sí, hasta mañana te quiero.

-Hasta mañana, yo también te quiero cielo. –dijo y colgó.

Mi padre se acercó a mí.

-¿Ya has terminado? – me preguntó.

-Sí, toma papá el móvil. 

Mi padre cogió el móvil y se lo guardó en el bolsillo.

-Papá, ¿te puedo hacer una pregunta?

-Claro que sí tesoro.

-¿Ya no eres manager del grupo ese raro?

-No, ahora lo soy de otro, ¿por qué?

-No por nada porque me daban miedo, tengo hambre, ¿qué hay de cenar?

-Pizza o hamburguesa, elige.

-Pizza

-¿Coca – Cola o zumo de naranja? 

-Coca – Cola.

Después de cenar mi padre me llevó a mi cuarto y yo me tumbe en la cama. Cuando me dormí noté que mi padre pasaba un dedo por el contorno de mi cara y se reía en bajo para que no me despertara.

Así eran casi todos los días.

Cuando era pequeña hacia muchas cosas con mi padre… Pero ahora que voy creciendo cada vez voy siendo más independiente de mis padres. 

(No os entretengo más, os voy a acortar un poco el royo que pasé de pequeña y así veréis como poco a poco me convierto en una estrella del rock.)